lunes, 23 de septiembre de 2013

Buenas... Como seres humanos que somos, estamos expuestos a perder cosas constantemente. Generalmente hacemos de cuenta que no es culpa nuestra cuando es todo lo contrario. Por más que aceptemos la pérdida, hay algo que nunca se borrará: el "hubiera" o las sospechas. A menos que el objeto haya sido robado siempre tendrás como sospechosos a todos los que viste cerca de ti en ese momento.
Ahora analicemos los tipos de pérdidas. Primero está cuando se te pierde un objeto de poco o nulo valor, ya sea en precio o sentimental. Generalmente en éstos casos uno no se siente para nada culpable, y mucho menos si ese objeto era obsequiado por un amigo, o hasta de un familiar, también depende del contexto en que se presente, y de tu estado de ánimo.
Luego, si ese objeto es valor medio, hay que hacer un breve análisis: si es que lo has comprado tu, obligatoriamente te sentirás mal, porque gastaste dinero que se esfumó. Si es regalado pero ha sido muy útil te dolerá un poco menos, pero si no te sirvió, igual te sentirás algo mal porque sientes que debiste haberlo usado antes, al menos se aprovechaba un poco.
Finalmente, en ésta categoría (que serían los objetos de mucho valor) siempre acabarás molesto o hasta deprimido, porque el objeto era muy útil para ti, o peor, lo compraste tú mismo. Eso me pasó, perdí algo de mucho valor, con mi dinero y que me ayudaba mucho. Aún sigo con la cólera, pero espero que pronto se me pase o al menos lo pueda hallar.
Bueno amigos esto ha sido todo. Ha sido tal vez la entrada más materialista y capitalista que haya escrito pero bueno, siempre hay una primera vez para todo. Espero que les haya gustado, si les gustó pasen el blog a sus amigos y conocidos. Espero que ésta semana tenga más tiempo para hacer entradas. Muchas gracias y buenas noches.

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