lunes, 22 de abril de 2013

Buenas... Debo admitir ante los ojos de un posible Dios, que no soy el mayor, y mucho menos el mejor creyente. Pero debo quitarme el sombrero ante ciertas personalidades religiosas que honestamente cambiaron a toda una generación de tanto jóvenes, como adultos mayores católicos. Juan Pablo II fue el papa de un siglo XIX lleno de conflictos, pero que supo llevar paz donde una vez hubieron combates.
Asumió el papado relativamente joven, y eso fue lo que motivó a estar ante la mirada de todo el mundo,a la espera de lo que haga un humilde religioso polaco. Viajó por todo el mundo, se comunicó con la gente, hizo discursos que llenaron estadios, centros públicos, etc. Incluso hasta en sus últimos días dio su último aliento a profesar la palabra de Dios, cosa que no me gustará mucho, pero igual me quito el sombrero.
Cuando falleció, dejó un hueco grande en la vida de todos, recuerdo que tenía 7 años cuando falleció y mi abuela estaba llorando y me dijo: "hijito, ese hombre bueno del que te contaba, acaba de morir." Me sentí mal, pero entendí en el fondo que se había perdido a quizá uno de los hombres más devotos y dedicados en la historia del cristianismo (más allá de los milagros, de los perdones, de los discursos).
Una vez fue nombrado beato en noviembre del 2011 ya todos esperaban su proceso de canonización muy pronto, y ello podría concretarse en octubre del 2013. Confirmándose un milagro más, Juan Pablo II podría convertirse finalmente en santo. Yo digo como un humilde ex-católico: que de una vez lo proclamen santo y dejen de joder, hasta yo reconozco que ese hombre es incontrastable.
Para concluir, puedo decir con toda tranquilidad que Juan Pablo II ha sido una gran figura mundial, y pudo tener opiniones muy controversiales, pero no se le puede quitar que en lo que fue (papa) fue un grande que dejó una vara muy alta a todos en adelante. Bueno amigos eso fue todo por hoy, pasen el blog a sus amigos y esta fue la entrada 300. Muchas gracias en serio y tengan buenas noches.

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