Gol de Tahití

Buenas... El fútbol tiene sorpresas, y Tahití fue una de ellas. Un país que solo cuenta con uno que juega en el  extranjero se enfrentaba a España, Nigeria y Uruguay. Sabía que estaba eliminado, que sería humillado, pero igual salió a la cancha y demostró con su juego el estilo de vida de su gente y de su país: salió a divertirse y a jugar con entrega y corazón, sin ser exigente.
Era su primer partido, jugaba contra Nigeria. El país africano anotó el primero que borró la sonrisa esperanzadora de los de Tahití, que volvieron a ver su lamentable realidad. Dos goles a causa de distracciones vinieron luego y todo parecía que serían goles para los nigerianos, cuando de repente, en una jugada disputada, hay un tiro de esquina. Todos al área.
El jugador de Tahití lanza el balón hacia el lugar donde cree que irá su compañero que rondaba en el área, el arquero se distrae y da vueltas en su sitio al compás del balón, el jugador de Tahití avanza y salta detrás del nigeriano, cabecea el balón con dirección opuesta a la trayectoria y hacia abajo, el balón rebota justo en la mitad de la línea de gol, la pierna del defensa nigeriano no alcanza el balón, gol de Tahití.
Jonathan Tehau se levanta y no lo cree, lo cree y se va corriendo a la banda con las manos extendidas, saboreando y sintiendo como su garganta grita esa palabra mágica que une países, asombra miradas y evoca sonrisas y felicidad: gol. Sus compañeros lo abrazan y se tiran encima de él, los mismos brasileños celebran con ellos y el técnico no lo cree, solo aplaude, eleva las manos y agradece a Dios por ésta bendición.
El partido terminó 1-6 en contra de Tahití, unos días después perderá 0-10 contra España donde el arquero Roche celebró como un gol el penal fallado por Torres y luego perdieron 0-8 contra Uruguay. No importa todo eso, Tahití anotó, Tahití sonrió, Tahití celebró y disfrutó de ésta copa. Por eso, sin importar quién sea el campeón, con sus -23 goles de diferencia, el equipo figura de la Copa Confederaciones Brasil 2013, Tahití.